Algunos se inclinan hacia lo clásicamente masculino, otros hacia lo femenino, pero la mayoría son unisex. Un brebaje almizclado, rico en sándalo con notas de limón en la salida, olerá divino en cualquiera. Lo mismo ocurre con una mezcla amaderada, con pachulí y especias. Cada uno de ellos viene acompañado de una historia que nos permite conocer la mente de su creador.